FIESTAS MAYORES: Santo Domingo y El Salvador
Villanueva de Sijena celebra sus fiestas mayores en honor de Santo Domingo y El Salvador. Los actos van del 4 al 7 de agosto.
La programación está salpicada de actos dirigidos a todos los sectores de la población, con el ánimo de favorecer la diversión y la convivencia. Hay actos que se repiten cada año y que están entre los más esperados, entre ellos, figura el tradicional Descenso del Río Alcanadre. De forma individual o por cuadrillas, los participantes suelen elaborar sus propias embarcaciones artesanales y recorrer la distancia existente entre el puente de hierro y el puente de piedra.
Además de ello, las celebraciones incluyen actos religiosos en honor de Santo Domingo y El Salvador, con procesión y misa baturra, junto a pasacalles y rondas, animación infantil o espectáculos musicales.
El cierre de las celebraciones es siempre singular al incluir el entierro de la sardina, que arranca con un animado pasacalles, en el que los asistentes portan los cubos de sardinas y finalmente, las comparten en la plaza.
Antes de las celebraciones, como curiosidad, la tradición indica que los vecinos y vecinas solicitaban al alcalde su celebración con unos días de anticipación, el 25 de julio, Santiago, una jornada que suele incluir todavía actos festivos.
FIESTAS MENORES: San Blas
Las fiestas menores se celebran del 2 al 5 de febrero en honor de San Blas. En este periodo, también se desarrollan actos en honor de La Candelera y Santa Águeda. La romería a la ermita de San Blas, donde hay misa y después, reparto de magdalenas bendecidas forman siempre parte de las celebraciones.
SEMANA SANTA: Jueves Santo
En la noche del Jueves Santo, el silencio de las calles de Villanueva de Sijena es interrumpido por la procesión en la que el sonido de las matracas acompaña a los pasos de la Dolorosa y el Cristo en la Cruz. En cada estación, las voces del grupo de jota Esencia de Villanueva cantan sentidas jotas a la Virgen. También los tambores, bombos y dulzainas del grupo de Tambores y Gaitas de Sena interpretan los toques habituales de Semana Santa.
LUNES DE PASCUA: Día de la Mona
También forma parte del calendario festivo el Lunes de Pascua “Día de la Mona”, que se va a pasar el día al monte, cada persona con su cuadrilla de amigos o en familia
CARNAVAL: Matapanizos y Barbuchana
De los carnavales celebrados en Los Monegros, el de Villanueva de Sijena es el más singular de todos. Aunque los orígenes de la fiesta no están claros, la celebración parece estar relacionada con alguna fiesta romana como las de Baco o Saturnales, y con ritos paganos de celebración con fuego del final del invierno y el alargamiento del día (la luz) sobre la noche, adaptados luego por el cristianismo. Sea como fuere, el carnaval es, desde hace siglos, el momento de despedirse, con excesos, de la ingesta de carne antes del comienzo de la Cuaresma.
Así, en Villanueva de Sijena el desfile está siempre protagonizado por Matapanizos y Barbuchana, dos peleles de tamaño casi natural elaborados por las vecinas de la localidad, y quemados en la hoguera al final de la fiesta.
Matapanizos es el sobrenombre del río Alcanadre, cuyo caudal resulta escaso para abastecer los cultivos a lo largo del año, y Barbuchana toma su nombre de un barranco del municipio. Ambos hacen referencia a las crecidas puntuales que arruinan los cultivos de la localidad.
La quema de los peleles representa la destrucción de todo lo malo (el frio, la oscuridad, la infertilidad y ruina del campo) la expiación de los pecados y el comienzo, con el alma depurada, del tiempo de la cuaresma. También es el final del invierno y el tímido arranque de la primavera, tiempo de fertilidad, de luz y mejores temperaturas.
El acto de quemar monigotes en carnaval o fechas próximas es una vieja tradición europea, representada siempre por peleles grotescos y personajes no gratos para la comunidad, que son colgados, zarandeados y finalmente quemados, para proteger a la comunidad de malos augurios. Muchos pueblos conservan tradiciones similares en lugares como Castilla y León o Extremadura, incluso en Iberoamérica, pero muy pocos en Aragón, siendo el de Villanueva uno de los pocos ejemplos que quedan.
Fuente: Gemma Grau (www.desdemonegros.com)